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Cómo atender mejor a nuestros mayores Guía Práctica
COMPRENDER LA DEPENDENCIA. SEÑALES DE ALARMA
Introducción
¿Qué es la dependencia?
¿Cuándo es dependiente una persona mayor?
Efectos y tipo de dependencia
Señales de alarma ante la dependencia
Introducción
INTRODUCCIÓN


La sociedad encuentra en el fenómeno de la dependencia uno de los mayores obstáculos para el disfrute de un buen nivel de calidad de vida en personas de edad avanzada, un serio problema para su entorno personal y un reto para las instituciones. Aunque, como se verá más adelante, no existe una unanimidad en la comunidad médica sobre este concepto, puede afirmarse que por dependencia se entiende la situación en la que una persona presenta limitaciones para realizar una o más actividades básicas de la vida diaria y requiere la ayuda de los demás para desenvolverse en su vida cotidiana. Es lógico pensar que la dependencia de las personas mayores se debe a un declive físico, más o menos esperable, debido a su avanzada edad. Es cierto que el deterioro físico aumenta con la edad y, con él, la cantidad de ayuda necesaria. Pero este problema no se puede achacar sólo al envejecimiento. Del mismo modo, el padecimiento de problemas crónicos de salud y el grado de incapacidad que producen generan un importante impacto sobre el funcionamiento del individuo en su vida diaria.

Para poder atender bien a las personas mayores, la Geriatría, especialidad médica encargada de la prevención, tratamiento, y rehabilitación de los hombres y mujeres de edad avanzada, define las distintas situaciones del término "enfermedad" y de otros conceptos similares, así como sus consecuencias funcionales (dependencia o no y grados de la misma).

Enfermedad: alteración o desviación del estado fisiológico de una persona en toda o en alguna de sus partes, órganos o sistemas (o combinación de ellos). Se manifiesta por un conjunto de síntomas y signos cuyas causas pueden conocerse o no. Ejemplos: una gripe (infección por el virus de la gripe que provoca de forma aguda dolor generalizado en huesos, articulaciones, músculos, rinitis, dolor de garganta y fiebre), la hipertensión arterial (causa desconocida que genera un aumento de la tensión en las arterias del organismo que de forma crónica puede alterar la función del corazón, del cerebro y del riñón, lo que puede acarrear el fracaso de dichos órganos y la muerte del individuo). La enfermedad puede clasificarse en aguda y crónica.

Enfermedad aguda: la que tiene un comienzo generalmente brusco con una evolución recortada en el tiempo. La gripe es un buen ejemplo.

Enfermedad crónica: refleja la existencia de una patología que permanece y progresa durante un espacio de tiempo dilatado y que acompaña al anciano de por vida. Sus posibilidades de curación completa son mínimas. La hipertensión arterial encaja en esta definición.

Deficiencia: es la alteración de una función o de una estructura psicológica, fisiológica o anatómica. La deficiencia puede ser temporal o definitiva y representa la exteriorización de una enfermedad. Por ejemplo: una trombosis cerebral, que es la enfermedad, puede producir una hemiparesia, es decir la parálisis de la mitad del cuerpo.

Relación entre enfermedad, discapacidad y dependencia. Discapacidad: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la discapacidad se asocia a toda reducción provocada por una deficiencia o enfermedad de la capacidad de desarrollar una actividad o función dentro de los límites que se consideran normales. La discapacidad puede ser parcial o total y reversible o irreversible y se corresponde con las perturbaciones que la persona sufre a causa de una deficiencia. La dimensión de la discapacidad concierne a comportamientos considerados esenciales, como comunicarse, desplazarse, alimentarse, etc. Siguiendo con el anterior ejemplo, la trombosis cerebral (enfermedad) ha producido una deficiencia (hemiparesia) y esta deficiencia produce una discapacidad (la imposibilidad de andar de forma independiente).

Por las dificultades, sobre todo a nivel práctico, que entrañan estos conceptos, el interés se ha desplazado de la discapacidad o la deficiencia en sí hacia sus consecuencias funcionales y los cambios resultantes en la actividad, es decir, a lo relacionado con la dependencia (figura 1).


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¿Qué es la dependencia?


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