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Cómo atender mejor a nuestros mayores Guía Práctica
ADAPTACIONES DEL ENTORNO
Introducción
¿Cómo adaptar el entorno?
Adaptar la vivienda
Ayudas técnicas
¿Cómo adaptar el entorno?
¿CÓMO ADAPTAR EL ENTORNO?


Cuando se ha decidido adaptar el entorno de la persona mayor, conviene preguntarse en primer lugar qué modificaciones pueden ser más útiles. Para ello hay que pensar en cambios de tipo general (válidos para cualquier persona mayor) y transformaciones específicas para cada persona (en función de su capacidad funcional y cognitiva). En los capítulos dedicados a las diferentes patologías se expondrán las adaptaciones específicas para cada una de ellas. De forma global, es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:

Evitar estímulos de distracción. A todos nos distraen los ruidos, las conversaciones de la gente, etc. En el caso de las personas mayores, sobre todo si tienen deterioro cognitivo, los efectos de distracción de estos estímulos son todavía más significativos. Si se eliminan potenciales elementos de distracción (por ejemplo, una televisión encendida cuando se está intentando conversar con la persona), la capacidad para enfocar o atender de la persona con limitaciones cognitivas o con limitaciones sensoriales (visuales o auditivas) puede mejorar de manera significativa.

Evitar lo desconocido. Resulta de gran utilidad evitar la presencia de estímulos desconocidos o no habituales (por ejemplo: ruidos, la presencia de varias personas desconocidas, etc.) no sólo porque distraen a la persona, sino porque pueden provocar en ella sentimientos de inquietud.

Utilizar señales facilitadoras de comportamientos y capacidades. El ambiente debe servir como elemento que permita aumentar la probabilidad de que la persona mayor utilice capacidades mentales residuales y aporte señales que permitan completar las cadenas de pensamientos. La memoria tiende a ser mejor cuando se utilizan objetos o pistas que aceleran el recuerdo o el reconocimiento. Por ejemplo: para una persona mayor con deterioro cognitivo, resulta adecuada la colocación de un cartel con un dibujo en la puerta del baño que ilustre un aseo. Es probable que si no se pusiese ese cartel la persona deambularía por la casa, sin saber muy bien a dónde ir. También se puede mejorar la orientación temporal de las personas con deterioro cognitivo con la colocación de relojes y calendarios en lugares visibles. La disposición de una lista al lado del teléfono con números que la persona pueda necesitar en un momento determinado (bomberos, policía, teléfonos del trabajo, de domicilios de familiares, de vecinos, etc.) puede ser asimismo de ayuda.

La adaptación del entorno debe realizarse en relación al grado y el tipo de deficiencia
Objetos, posesiones personales y estímulos tales como sonidos, imágenes y texturas pueden ser mucho más efectivas para ayudar a la memoria que conversaciones "abstractas" sobre sucesos o situaciones pasadas, que únicamente generan confusión en la persona mayor.

Cuando se organiza el entorno se debe prestar atención a aquellas cuestiones que pueden redundar de manera positiva en las capacidades sensoriales de las personas mayores: evitar luces que deslumbren, evitar demasiada o poca luz, utilizar colores que realcen el contraste de elementos que se consideren importantes (por ejemplo: los pomos de las puertas, el inodoro, etc.), mirar a la persona directamente cuando se hable con ella, evitar los ruidos de fondo o que conversen varias personas a la vez, etc.

Procurar evitar cambios bruscos en el ambiente. El orden y la rutina en las actividades y sucesos de la vida diaria contribuyen a que las personas mayores se sientan más seguras y se desenvuelvan con más independencia en su entorno habitual. Por ejemplo, si las rutinas cotidianas como levantarse de la cama, comidas etc. se hacen a la misma hora, se ayudará a la persona a anticiparlas y a que participe en ellas en la medida de sus posibilidades. Cuando se deba cambiar la rutina (cambios de medicación, de domicilio, etc.), se debe informar a la persona y hacer que se sienta segura sin grandes explicaciones.

Estas recomendaciones son especialmente útiles cuando la persona presenta deterioro cognitivo. Respecto a las relaciones sociales o a las actividades en las que pueden verse implicadas más personas (ir de compras, ir al médico, etc.), conviene tener en cuenta que grandes grupos de gente o personas que estén realizando actividades no habituales para la persona mayor (por ejemplo, cantar, bailar, etc.), pueden provocar que se sientan incómodas, confusas, se desorienten, se inquieten, etc. Una persona puede desenvolverse de manera efectiva en grupos reducidos (dos, tres personas).

Esto es importante para que el cuidador lo tenga en cuenta, por ejemplo, cuando organice reuniones familiares, salidas al médico o salidas de compras (tratar de hacerlo en un horario en el que previsiblemente se encuentre menos gente).

Adaptar la vivienda. Se pueden realizar diferentes adaptaciones o modificaciones en la vivienda con el objetivo de aumentar la seguridad de la misma (evitar caídas, por ejemplo), incrementar la calidad de vida de las personas mayores que viven en ella, etc. En el punto siguiente, dedicado a la adaptación de la vivienda, se pueden encontrar algunos ejemplos.


Introducción
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Adaptar la vivienda


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